Si la vida se construye a base de momentos históricos, el partido que nos brindaron ayer FC Barcelona y Real Madrid pasará a formar parte privilegiada de todos aquellos que amamos, de manera incondicional, este fantástico deporte.
¡ESPECTACULAR PARTIDO DE FÚTBOL!
Sabedores y conocedores de la desventaja que traían en el marcador, el conjunto de José Mourinho salió desde el primer minuto en busca de una épica victoria que volteara la eliminatoria y les permitiera seguir defendiendo su condición de vigente campeón.
Plantearon un partido sin miedos ni complejos, con líneas adelantadas y, sobre todo, con una proclama al fútbol de ataque.
Sin embargo, pese al buen planteamiento y mejor juego, por momentos, de los madridistas fue el FC Barcelona el que anoche se enfundó el traje de efectividad.
Apenas un par de llegadas al área de Iker Casillas fueron suficientes para que los locales se colocaran con una cómoda ventaja en el marcador, 2-0 al final de la primera mitad.
¿Partido terminado…?
Si la cualidad extraordinaria que define al FC Barcelona es su juego de toque y combinación aquellas que históricamente han caracterizado al Real Madrid son ambición, pundonor y ganas de superación.
Características ancestrales que impiden a los blancos rendirse por difícil que parezca la hazaña y tirar la toalla mientras quede un hilo de esperanza.
Curiosidades de la vida, aquellos que comenzaron estos segundos 45 minutos exigiendo a sus jugadores la famosa manita terminaron solicitando al colegiado que diera por concluido el encuentro y consigo fin a tanto sufrimiento.
Esos otros que veían imposible disputar un encuentro, de tú a tú, al coco azulgrana han comprendido al fin, que el fútbol, con fútbol se combate.
Tras 180 minutos de dura eliminatorio entre los dos colosos del fútbol mundial las conclusiones deberían ser claras para unos y otros:
FC Barcelona: Siguen siendo los mejores.
Real Madrid: Bien merece perder una batalla si con ella se olvidan también complejos de inferioridad frente a tu máximo rival.
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