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Menotti charla con Maradona durante un entrenamiento en 1980.
Técnico campeón mundial con Argentina en 1978 Nacido en Rosario en 1938, El Flaco es uno de los grandes oráculos del fútbol. Ahora habla sobre la Copa América, sobre el juego de su selección y sobre el estilo del Barcelona de Guardiola y el Madrid de Mourinho.
Pregunta. ¿Cómo lleva lo de haber dejado de fumar?
Respuesta. Mal. Me dijeron: 'El primer mes es muy duro, pero después...' ¡Nada. Cada mes tengo más ganas! Los médicos insisten en hacernos la vida más larga y menos agradable. Amargarnos es lo que hacen. ¡Y lo cirujanos son peores! Ahora tienen una maquinita, como si fuera una play... pim, pim y ya te han operado, se acabó la medicina profunda, lenta, ya no hay ni sangre en los quirófanos.
P. ¿Qué tal está de la operación?
R. No fue nada. Era poca cosa, no estaba claro que me la tuviera que quitar siquiera. Le dije al médico: 'usted manda: yo sé de fútbol, no de pulmones'. Me dijo que no fumara, pero que podía hacer vida normal. ¿Vida normal? Mi vida normal no es como su vida normal. El cigarrillo para los adictos es un amigo. Extraño el tabaco. Agradezco que me echen el humo a la cara, lo busco por las puertas de los restaurantes.
P. ¿Del fútbol también se está quitando?
R. Uno recibe alguna recompensa. De la misma manera que Huracán salvó al futbol argentino, España me devolvió el apasionamiento por el juego. Verle jugar con los chiquitos fue reconfortante. El fútbol es el único lugar donde me gusta que me engañen. El fútbol son tres cosas: tiempo, espacio y engaño. Pero no hay tiempo, no se buscan los espacios y ya no me engañan nunca. Me aburro de tal manera que tengo la sensación de que eso que llaman fútbol es otra cosa. El 99,9% de los entrenadores viven envidiando el juego del Barcelona. Todos quisieran ser Guardiola. Pero la mayoría no sabe cómo se hace.
P. Él dice que con buenos jugadores...
R. No, eso se lo come un pelotudo, yo no. No es un señor que se para en la línea y dice: 'tocar, tocar y tocar' y, como son buenos, le hacen caso. Lo de Guardiola es muchísimo más difícil. Es producto del entrenamiento, de ideas claras, de saber hacerse comprender y ganar adeptos. Quedó demostrado que Guardiola es más importante que sus jugadores. ¡Él que va a decir! ¿Soy el mejor? Tampoco se lo cree. Pero revisemos quién era Piqué antes de Guardiola, quién era Pedro, quién era Busquets. Ni siquiera Iniesta era titular. Ahora son unos fenómenos. Tuvo un punto de suerte con la herencia de Rijkaard. Pero mentiría si dijera que Guardiola es Guardiola por los jugadores. Tuvo a Eto'o, a Henry, a Ibra, ahora a Villa... Y por el lateral izquierdo han pasado cuatro o cinco, a Mascherano le usa de central... Lo de Guardiola es muy serio y me provoca una envidia tremenda a mí también. Y tampoco estoy de acuerdo con otra cosa...
P. Diga, ¿con qué?
R. Cruyff tampoco fue el primero que empezó a hacerlo. El primero que intentó jugar como Guardiola en el Barcelona se llamó Menotti. Y me costó la vida. ¡Nos pitaban por dar muchos pases! No sé si hubo otro antes, pero yo jugaba con Maradona de 9 -parecido ahora a Messi- Carrasco y Marcos en las bandas, Schuster como juega Xavi... Y los jugadores entraban en el descanso en el vestuario diciendo 'así no podemos jugar' porque cada vez que Schuster se la daba a Alexanko nos pitaban. Nos costó.
P. ¿Por qué se fue del Barça?
R. Había fallecido mi mamá, volvía la democracia a Argentina y sentí que debía estar...El presidente Núñez me puso un cheque en blanco. Fue después de ganar la Copa del Rey, que entonces era una copita. Ahora la gana el Madrid y parece que haya ganado la Intercontinental. Pero ¿a dónde quería llegar?
P. Estaba hablando de la importancia del entrenador.
R. Quería hacer un reconocimiento profundo del valor del entrenador. Es como el profesor: ¿qué influencia han tenido los profesores? Depende. Odié las matemáticas porque durante tres años me amargaron la vida tres profesoras a cual más idiota, y me enamoré de la química porque el profesor llegó el primer día fumando, llenó la pizarra de fórmulas y nos dijo: 'Esto se lo tendrían que aprender para el martes, pero es imposible'. Y añadió. 'Esto es para que sepan que la vida es como la química, hay que interpretarla'.
P. Pero la figura del profesor anda devaluada...
R. No sé en España, aquí hace 50 años que se produjo la desculturización. La marginalidad ha llegado a la clase media alta. Han robado a la gente el sentido de pertenencia. Parece que todo es suyo, incluso el fútbol. Cuando el gobernador hace una calle parece que la ha pagado de su bolsillo. Nos robaron la música, los parques, las plazas y hasta el fútbol. Y luego se extrañan de que la gente acampe en las plazas. Soy un pesimista feroz... Después de lo vivido me siento un marxista hormonal, sin más explicación ideológica. Durante 70 años he comprobado el desastre que ha hecho el capitalismo en todo lo que me rodea, incluido el fútbol. Este país no tiene sentido.
P. ¿A qué le suena eso del "fútbol para todos" que pregona el gobierno?
R. El fútbol se lo robaron a la gente, ya no les pertenece. Por eso la selección argentina ya solo tiene espectadores, tiene público. El que entiende, no va más. Si el negocio se come los tiempos, malo. El fútbol es educativo y el Estado debería haber vigilado si funcionaba en las sociedades sin ánimo de lucro, pero ha mirado a otro sitio con las sociedades anónimas y han desaparecido clubes históricos, se los han fundido. Hubo grupos inversores que vendieron por tres millones de euros y al club solo entraban 300.000.
P. ¿Le quedan ganas de volver a entrenar?
R. Sí, pero acá no. Yo veo la cancha y soy como el músico que ve una guitarra. Pero aquí no. A veces veo por televisión a los equipos inferiores del Barça y pienso: 'yo podría armar un equipo de inferiores y ganarles, pero los jugadores me durarían seis meses; el presidente vendería a medio equipo con 16 años'. Es una vergüenza.
P. ¿Usted señala a Grondona?
R. Grondona tiene la culpa, pero no es el único. ¿Cuál es la permisividad que ha tenido el fútbol con él? ¿O es miedo? Lleva 35 años haciendo lo que le da la gana. Hay algo más grave. Se han destruido instituciones maravillosas: Ferrocarril, Platense... También ha pasado en España... Ver al Tenerife en Segunda B o la desesperación del Cádiz. Yo amaba al Cádiz... Y me gustaba el Betis, mucho. El Loco de la Colina me habló de dirigir el Betis. La cuestión es que vine del Atlético y firmé por River y a la semana me llamó para ir al Betis. Me quería morir, siempre quise dirigir al Betis.
P. ¿En Argentina no existiría una figura, un Guardiola?
R. No. Guardiola hay uno, pero llegado el caso no le dejarían existir. Lo asesinarían antes. Aquí lo que hay son mourinhos o tipos como él, que solo piensan en ganar y cuando pierden no es culpa suya. ¡Vaya personaje! Tiene unas contradicciones muy grandes. Un amigo asistió a los entrenamientos de Mou y a los de Pep y me dijo que es parecido lo que hacen, que Mourinho entrena muy bien, conceptualmente son parecidos. Pero en el campo, a la hora de la verdad, no tienen nada que ver. Mourinhos hay muchos, Guardiola uno solo... El Barça y la selección española han hecho un gran bien al fútbol, se lo agradezco. Luis decidió ser torero y no toro. Dije eso una vez, que España tenía que definirse y se enojó. Pero Luis me cae muy bien.
P. Del Bosque dijo que quería ser como Busquets, el más alto. ¿usted quien quisiera ser?
R. Busquets es uno de los mayores talentos del fútbol español. Un descubrimiento. La primera vez que le vi, llamé a un amigo y le dije: 'He visto un futbolista de una especie desaparecida'. Un crack. El mejor que yo vi es Pelé. Era sorprendente: cuando iba a rematar de cabeza, subía un poco más y la paraba con el pecho. Nunca sabías qué iba a hacer.
P. Como Messi...
R. Hubo cuatro reyes y el quinto no ha aparecido. Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona. Ahora estamos esperando al quinto, que será Messi o, de momento, no será nadie. Es el que está más cerca, pero no le vas a dar la corona a los cinco años. Para darle la corona habría que verle fuera del Barcelona, conseguir lo de Maradona en el Nápoles; aquello era una banda y la convirtió en una orquesta. Messi es un lujo, una cosa maravillosa, no tiene nada que demostrar, pero le falta un escalón. No dudo que puede llegar a tener la corona del quinto rey, pero no todavía. Lo mejor sabe qué es...
P. No, dígame...
R. Que Messi aprende. Los solistas deben dominar los tiempos sino entorpecen a la orquesta; si el violín toca cuando le da la gana, no funciona la orquesta. Y Messi hacía eso: cogía la pelota y en cada jugada tocaba el violín tres o cuatro veces, pero había ocasiones en que decías 'a qué viene ese solo si ahora no tocaba'. Y ahora mide. Da pases de gol, tiene otro sentido, está mejor colocado, devuelve al primer toque al que se la dio como diciendo 'tomad, no pensé nada'. Antes, cada vez que cogía la pelota, se le había ocurrido ganar el partido, ahora no. Ha evolucionado. Ahí se nota la mano del maestro. ¿Que hubiera sido de estos jugadores sin Pep? ¡Te imaginas a Piqué sin Pep!
R. No...
R. Piqué es Beckenbauer, un futbolista de un talento enorme, pero otro técnico difícilmente le permitiría lo que hace Pep. Esto no es libertad; la libertad no se le da a nadie sino que se gana desde el conocimiento. Si tú en el trabajo le das libertad a un tonto, te arruina el periódico. Se juega libre dentro de una idea y de un funcionamiento. En el Barcelona no hay libertad absoluta, hay normas que permiten ser a los jugadores muy libres y muy felices.
P. Se refiere al 4-2-3, 3-4-3...
R. No, eso es un número de teléfono. 4-2-3-1, 3-4-5-1... Una vez le preguntaron a Di Stéfano como era posible que jugaran un 2-3-5 y contestó: '¿Pero tú qué crees, que antes éramos pelotudos, qué con dos tipos defendíamos a cinco? Nosotros defendíamos todos y atacábamos los que sabíamos.
P. Usted se reunió con Guardiola hace unos años, cuando quería ser entrenador. ¿Qué descubrió?
P. Una cosa que le hacía diferente: vino aquí con la idea muy clara, no vino como otros buscando que yo le llenara de inspiración, le dijera el camino a seguir como un mesías... Vino con su idea y se fue con su idea. Estoy aburrido de hablar con entrenadores que vienen a buscar la verdad. Pep no vino buscando que le dijéramos cómo se hacía. Él ya lo sabía. Me preocupa porque le están esperando para dispararle.
P. Parece que lo tiene asumido desde el primer día...
R. Pero cuenta con una ventaja: ya tiene un pasado y eso no se puede cambiar. El Madrid puede fichar más y más, al final los tendrá a todos y ganará, pero el 5-0 del clásico es para toda la vida. Uno puede ganar 5-0 en el resultado, pero ganar 1-0 en el juego. El Barcelona le ganó 5-0 en el resultado y 8-0 en el juego. Yo me pongo a pensar y no encuentro un partido como ese. Mató a Mourinho para toda la vida.
P. Usted dijo que después de aquello, se cagó.
R. Vi al siguiente partido a Higuaín, Adebayor, Benzema, Kaká en el banquillo y pensé: 'Igual gana, pero se recontracagó'. Es la mayor cobardía que he visto en un grande. Y con el Madrid, es inaudito. El toro no lo mató y el tipo salió corriendo, nunca más se acercó al toro. Pero es muy duro lo que le pasó al portugués. Busca a ver quién salió humillado así de un clásico; yo no lo recuerdo.
P. ¿Qué le pasa a Argentina que hace malo a Messi?
R. Cuando digo que el fútbol argentino ha sufrido una desculturización no me refiero a que antes leyeran a Borges. La cultura del fútbol era que antes, si uno le daba mal, te miraban los otros 10 jugadores. Un día saqué una falta lateral, quedaba un minuto, subieron todos, la tenía que poner, en la barrera había un tipo y le pegué al tipo de la barrera. Un mes estuvieron con la joda: 'Si hay un tiro libre que lo tire Menotti'. ¿Sabes qué pasa con Argentina?
P. Soy todo oídos.
R. El fútbol es como la vida. No te levantas a las seis de la mañana y te pones a buscar a la mujer de tu vida; la encuentras o no. Cada vez que la tocan, quieren ganar el partido. Es terrible. Una verticalidad, un espanto. Para que queremos un enganche si no tenemos a quien asistir. En el Barcelona hay asistentes que tienen a quien asistir. Hay más pases que goles. Y de eso se trata, de pasarse la pelota, no es tan difícil. Batista tiene buenas intenciones, pero...
P. Le piden que juegue como el Barcelona.
R. Imbéciles. ¿Que se creen?, ¿Que es fácil cantar como Serrat? No. Es imposible. ¿Sabes que me llamó nada más salir del hospital? Me dijo '¿oye viejo, por qué no dejás de joder y te dedicas a hacer algo más importante en la vida que fumar?
P. ¿Y le hizo caso?
R. No fumo. Intento escribir un libro. No sé que saldrá, igual descubro los misterios del fútbol.
"El fútbol se lo robaron a la gente" CÉSAR LUIS MENOTTI
sábado, 30 de julio de 2011
Menotti charla con Maradona durante un entrenamiento en 1980.
Técnico campeón mundial con Argentina en 1978 Nacido en Rosario en 1938, El Flaco es uno de los grandes oráculos del fútbol. Ahora habla sobre la Copa América, sobre el juego de su selección y sobre el estilo del Barcelona de Guardiola y el Madrid de Mourinho.
Pregunta. ¿Cómo lleva lo de haber dejado de fumar?
Respuesta. Mal. Me dijeron: 'El primer mes es muy duro, pero después...' ¡Nada. Cada mes tengo más ganas! Los médicos insisten en hacernos la vida más larga y menos agradable. Amargarnos es lo que hacen. ¡Y lo cirujanos son peores! Ahora tienen una maquinita, como si fuera una play... pim, pim y ya te han operado, se acabó la medicina profunda, lenta, ya no hay ni sangre en los quirófanos.
P. ¿Qué tal está de la operación?
R. No fue nada. Era poca cosa, no estaba claro que me la tuviera que quitar siquiera. Le dije al médico: 'usted manda: yo sé de fútbol, no de pulmones'. Me dijo que no fumara, pero que podía hacer vida normal. ¿Vida normal? Mi vida normal no es como su vida normal. El cigarrillo para los adictos es un amigo. Extraño el tabaco. Agradezco que me echen el humo a la cara, lo busco por las puertas de los restaurantes.
P. ¿Del fútbol también se está quitando?
R. Uno recibe alguna recompensa. De la misma manera que Huracán salvó al futbol argentino, España me devolvió el apasionamiento por el juego. Verle jugar con los chiquitos fue reconfortante. El fútbol es el único lugar donde me gusta que me engañen. El fútbol son tres cosas: tiempo, espacio y engaño. Pero no hay tiempo, no se buscan los espacios y ya no me engañan nunca. Me aburro de tal manera que tengo la sensación de que eso que llaman fútbol es otra cosa. El 99,9% de los entrenadores viven envidiando el juego del Barcelona. Todos quisieran ser Guardiola. Pero la mayoría no sabe cómo se hace.
P. Él dice que con buenos jugadores...
R. No, eso se lo come un pelotudo, yo no. No es un señor que se para en la línea y dice: 'tocar, tocar y tocar' y, como son buenos, le hacen caso. Lo de Guardiola es muchísimo más difícil. Es producto del entrenamiento, de ideas claras, de saber hacerse comprender y ganar adeptos. Quedó demostrado que Guardiola es más importante que sus jugadores. ¡Él que va a decir! ¿Soy el mejor? Tampoco se lo cree. Pero revisemos quién era Piqué antes de Guardiola, quién era Pedro, quién era Busquets. Ni siquiera Iniesta era titular. Ahora son unos fenómenos. Tuvo un punto de suerte con la herencia de Rijkaard. Pero mentiría si dijera que Guardiola es Guardiola por los jugadores. Tuvo a Eto'o, a Henry, a Ibra, ahora a Villa... Y por el lateral izquierdo han pasado cuatro o cinco, a Mascherano le usa de central... Lo de Guardiola es muy serio y me provoca una envidia tremenda a mí también. Y tampoco estoy de acuerdo con otra cosa...
P. Diga, ¿con qué?
R. Cruyff tampoco fue el primero que empezó a hacerlo. El primero que intentó jugar como Guardiola en el Barcelona se llamó Menotti. Y me costó la vida. ¡Nos pitaban por dar muchos pases! No sé si hubo otro antes, pero yo jugaba con Maradona de 9 -parecido ahora a Messi- Carrasco y Marcos en las bandas, Schuster como juega Xavi... Y los jugadores entraban en el descanso en el vestuario diciendo 'así no podemos jugar' porque cada vez que Schuster se la daba a Alexanko nos pitaban. Nos costó.
P. ¿Por qué se fue del Barça?
R. Había fallecido mi mamá, volvía la democracia a Argentina y sentí que debía estar...El presidente Núñez me puso un cheque en blanco. Fue después de ganar la Copa del Rey, que entonces era una copita. Ahora la gana el Madrid y parece que haya ganado la Intercontinental. Pero ¿a dónde quería llegar?
P. Estaba hablando de la importancia del entrenador.
R. Quería hacer un reconocimiento profundo del valor del entrenador. Es como el profesor: ¿qué influencia han tenido los profesores? Depende. Odié las matemáticas porque durante tres años me amargaron la vida tres profesoras a cual más idiota, y me enamoré de la química porque el profesor llegó el primer día fumando, llenó la pizarra de fórmulas y nos dijo: 'Esto se lo tendrían que aprender para el martes, pero es imposible'. Y añadió. 'Esto es para que sepan que la vida es como la química, hay que interpretarla'.
P. Pero la figura del profesor anda devaluada...
R. No sé en España, aquí hace 50 años que se produjo la desculturización. La marginalidad ha llegado a la clase media alta. Han robado a la gente el sentido de pertenencia. Parece que todo es suyo, incluso el fútbol. Cuando el gobernador hace una calle parece que la ha pagado de su bolsillo. Nos robaron la música, los parques, las plazas y hasta el fútbol. Y luego se extrañan de que la gente acampe en las plazas. Soy un pesimista feroz... Después de lo vivido me siento un marxista hormonal, sin más explicación ideológica. Durante 70 años he comprobado el desastre que ha hecho el capitalismo en todo lo que me rodea, incluido el fútbol. Este país no tiene sentido.
P. ¿A qué le suena eso del "fútbol para todos" que pregona el gobierno?
R. El fútbol se lo robaron a la gente, ya no les pertenece. Por eso la selección argentina ya solo tiene espectadores, tiene público. El que entiende, no va más. Si el negocio se come los tiempos, malo. El fútbol es educativo y el Estado debería haber vigilado si funcionaba en las sociedades sin ánimo de lucro, pero ha mirado a otro sitio con las sociedades anónimas y han desaparecido clubes históricos, se los han fundido. Hubo grupos inversores que vendieron por tres millones de euros y al club solo entraban 300.000.
P. ¿Le quedan ganas de volver a entrenar?
R. Sí, pero acá no. Yo veo la cancha y soy como el músico que ve una guitarra. Pero aquí no. A veces veo por televisión a los equipos inferiores del Barça y pienso: 'yo podría armar un equipo de inferiores y ganarles, pero los jugadores me durarían seis meses; el presidente vendería a medio equipo con 16 años'. Es una vergüenza.
P. ¿Usted señala a Grondona?
R. Grondona tiene la culpa, pero no es el único. ¿Cuál es la permisividad que ha tenido el fútbol con él? ¿O es miedo? Lleva 35 años haciendo lo que le da la gana. Hay algo más grave. Se han destruido instituciones maravillosas: Ferrocarril, Platense... También ha pasado en España... Ver al Tenerife en Segunda B o la desesperación del Cádiz. Yo amaba al Cádiz... Y me gustaba el Betis, mucho. El Loco de la Colina me habló de dirigir el Betis. La cuestión es que vine del Atlético y firmé por River y a la semana me llamó para ir al Betis. Me quería morir, siempre quise dirigir al Betis.
P. ¿En Argentina no existiría una figura, un Guardiola?
R. No. Guardiola hay uno, pero llegado el caso no le dejarían existir. Lo asesinarían antes. Aquí lo que hay son mourinhos o tipos como él, que solo piensan en ganar y cuando pierden no es culpa suya. ¡Vaya personaje! Tiene unas contradicciones muy grandes. Un amigo asistió a los entrenamientos de Mou y a los de Pep y me dijo que es parecido lo que hacen, que Mourinho entrena muy bien, conceptualmente son parecidos. Pero en el campo, a la hora de la verdad, no tienen nada que ver. Mourinhos hay muchos, Guardiola uno solo... El Barça y la selección española han hecho un gran bien al fútbol, se lo agradezco. Luis decidió ser torero y no toro. Dije eso una vez, que España tenía que definirse y se enojó. Pero Luis me cae muy bien.
P. Del Bosque dijo que quería ser como Busquets, el más alto. ¿usted quien quisiera ser?
R. Busquets es uno de los mayores talentos del fútbol español. Un descubrimiento. La primera vez que le vi, llamé a un amigo y le dije: 'He visto un futbolista de una especie desaparecida'. Un crack. El mejor que yo vi es Pelé. Era sorprendente: cuando iba a rematar de cabeza, subía un poco más y la paraba con el pecho. Nunca sabías qué iba a hacer.
P. Como Messi...
R. Hubo cuatro reyes y el quinto no ha aparecido. Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona. Ahora estamos esperando al quinto, que será Messi o, de momento, no será nadie. Es el que está más cerca, pero no le vas a dar la corona a los cinco años. Para darle la corona habría que verle fuera del Barcelona, conseguir lo de Maradona en el Nápoles; aquello era una banda y la convirtió en una orquesta. Messi es un lujo, una cosa maravillosa, no tiene nada que demostrar, pero le falta un escalón. No dudo que puede llegar a tener la corona del quinto rey, pero no todavía. Lo mejor sabe qué es...
P. No, dígame...
R. Que Messi aprende. Los solistas deben dominar los tiempos sino entorpecen a la orquesta; si el violín toca cuando le da la gana, no funciona la orquesta. Y Messi hacía eso: cogía la pelota y en cada jugada tocaba el violín tres o cuatro veces, pero había ocasiones en que decías 'a qué viene ese solo si ahora no tocaba'. Y ahora mide. Da pases de gol, tiene otro sentido, está mejor colocado, devuelve al primer toque al que se la dio como diciendo 'tomad, no pensé nada'. Antes, cada vez que cogía la pelota, se le había ocurrido ganar el partido, ahora no. Ha evolucionado. Ahí se nota la mano del maestro. ¿Que hubiera sido de estos jugadores sin Pep? ¡Te imaginas a Piqué sin Pep!
R. No...
R. Piqué es Beckenbauer, un futbolista de un talento enorme, pero otro técnico difícilmente le permitiría lo que hace Pep. Esto no es libertad; la libertad no se le da a nadie sino que se gana desde el conocimiento. Si tú en el trabajo le das libertad a un tonto, te arruina el periódico. Se juega libre dentro de una idea y de un funcionamiento. En el Barcelona no hay libertad absoluta, hay normas que permiten ser a los jugadores muy libres y muy felices.
P. Se refiere al 4-2-3, 3-4-3...
R. No, eso es un número de teléfono. 4-2-3-1, 3-4-5-1... Una vez le preguntaron a Di Stéfano como era posible que jugaran un 2-3-5 y contestó: '¿Pero tú qué crees, que antes éramos pelotudos, qué con dos tipos defendíamos a cinco? Nosotros defendíamos todos y atacábamos los que sabíamos.
P. Usted se reunió con Guardiola hace unos años, cuando quería ser entrenador. ¿Qué descubrió?
P. Una cosa que le hacía diferente: vino aquí con la idea muy clara, no vino como otros buscando que yo le llenara de inspiración, le dijera el camino a seguir como un mesías... Vino con su idea y se fue con su idea. Estoy aburrido de hablar con entrenadores que vienen a buscar la verdad. Pep no vino buscando que le dijéramos cómo se hacía. Él ya lo sabía. Me preocupa porque le están esperando para dispararle.
P. Parece que lo tiene asumido desde el primer día...
R. Pero cuenta con una ventaja: ya tiene un pasado y eso no se puede cambiar. El Madrid puede fichar más y más, al final los tendrá a todos y ganará, pero el 5-0 del clásico es para toda la vida. Uno puede ganar 5-0 en el resultado, pero ganar 1-0 en el juego. El Barcelona le ganó 5-0 en el resultado y 8-0 en el juego. Yo me pongo a pensar y no encuentro un partido como ese. Mató a Mourinho para toda la vida.
P. Usted dijo que después de aquello, se cagó.
R. Vi al siguiente partido a Higuaín, Adebayor, Benzema, Kaká en el banquillo y pensé: 'Igual gana, pero se recontracagó'. Es la mayor cobardía que he visto en un grande. Y con el Madrid, es inaudito. El toro no lo mató y el tipo salió corriendo, nunca más se acercó al toro. Pero es muy duro lo que le pasó al portugués. Busca a ver quién salió humillado así de un clásico; yo no lo recuerdo.
P. ¿Qué le pasa a Argentina que hace malo a Messi?
R. Cuando digo que el fútbol argentino ha sufrido una desculturización no me refiero a que antes leyeran a Borges. La cultura del fútbol era que antes, si uno le daba mal, te miraban los otros 10 jugadores. Un día saqué una falta lateral, quedaba un minuto, subieron todos, la tenía que poner, en la barrera había un tipo y le pegué al tipo de la barrera. Un mes estuvieron con la joda: 'Si hay un tiro libre que lo tire Menotti'. ¿Sabes qué pasa con Argentina?
P. Soy todo oídos.
R. El fútbol es como la vida. No te levantas a las seis de la mañana y te pones a buscar a la mujer de tu vida; la encuentras o no. Cada vez que la tocan, quieren ganar el partido. Es terrible. Una verticalidad, un espanto. Para que queremos un enganche si no tenemos a quien asistir. En el Barcelona hay asistentes que tienen a quien asistir. Hay más pases que goles. Y de eso se trata, de pasarse la pelota, no es tan difícil. Batista tiene buenas intenciones, pero...
P. Le piden que juegue como el Barcelona.
R. Imbéciles. ¿Que se creen?, ¿Que es fácil cantar como Serrat? No. Es imposible. ¿Sabes que me llamó nada más salir del hospital? Me dijo '¿oye viejo, por qué no dejás de joder y te dedicas a hacer algo más importante en la vida que fumar?
P. ¿Y le hizo caso?
R. No fumo. Intento escribir un libro. No sé que saldrá, igual descubro los misterios del fútbol.
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